1º. UN NIÑO QUE COME
POCO ES PROBLEMÁTICO
“El único problema que tenemos con nuestro
hijo es que come muy poco“.
Esta frase la he escuchado
muchas veces; casi nunca he oído lo contrario. En las edades a las que estamos
haciendo referencia (2 – 12 años) el apetito, suele ser un regulador
casi perfecto de las necesidades alimenticias del niño. A esas edades,
el cuerpo (el cerebro en realidad) pide lo que necesita, salvo que el niño esté
enfermo.
Si goza de buena salud y la pauta
general a medio plazo de crecimiento de peso y altura está dentro de los
valores esperados a su edad, todo va bien. Si tiene dudas consulte a su
pediatra.
En este aspecto hay una idea clave: “gordito
no significa saludable“
2º. EL TIEMPO DE LA COMIDA NO TIENE FIN
“Podemos pasar hasta dos horas en la mesa
hasta que conseguimos que se lo coma todo“
El segundo error es prolongar “hasta la
eternidad” el tiempo de la comida, para desesperación de los padres.
La comida tiene un principio y un fin.
Parece que media hora es un tiempo razonable para comer con
tranqulidad. Cuando el tiempo se cumple se retiran los platos y se
recoge, sin enfados ni reproches.
Prolongarlo más allá de ese período
no tiene ningún sentido, aunque haya comido poco.
3º. QUE COMA CUALQUIER
COSA CON TAL DE QUE TOME ALGO
“Le doy cualquier cosa y a cualquier hora,
con tal de que coma algo“
Es otro error habitual: proporcionar
alimento fuera de las horas de comida con tal de compesar las
carencias de los platos centrales. Además la situación empeora porque esas
alternativas suelen ser alimentos inadecuados: bollería industrial,
dulces, batidos… productos muchas veces repletos de calorías y grasas que
perjudican su salud a largo plazo.
4º. OFRECERLE UN PLATO
ALTERNATIVO
“Si no te gusta lo que tenemos para comer,
te hago otra cosa“
El cuarto error consiste en ofrecerle
siempre un plato alternativo a la comida prevista para el
resto de la familia.
Si hay un plato de legumbres y el niño o
la niña dice que no quiere o no le gusta, allá vamos a prepararle una vez más
su plato favorito.
5º. CONVERTIR LA COMIDA EN UN PARQUE DE
ATRACCIONES
“He hecho de todo con tal de que mi hijo
coma, hasta disfrazarme“
En muchos hogares el momento de la
comida es efectivamente un parque de atracciones: juguetes en la mesa,
la televisión puesta, dramatizaciones para que coma, incluso disfrazarse de
lo que sea con tal de que la cuchara entre en su boquita.
Con ello se crea un mal hábito y el niño
sabe que cuanto más prolongue la situación más atención tendrá y más divertido
será la próxima vez.
Quizás he podido caricaturizar un poco
la situación, pero les prometo que son los testimonios que cuentan las familias
sobre sus hijos. Lo hacen además totalmente desesperados y con una introducción
habitual: “Ya no sabemos que hacer para que coma“
Seguro que al leer esta entrada muchas
familias os sentís identificados y os sentís un tanto culpables. No pasa nada,
son errores comunes y sin mala intención.
Ahora os invitamos a completar la lista de
errores y a comentar la que les hemos ofrecido ¿Qué piensan sobre los errores en
la alimentación infantil?
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