Sobre pautas para educar a los hijos hay una amplia literatura y
muchos expertos. De ellos bebemos los que nos dedicamos ayudar a las familias
en su labor educativa. La lista de estrategias, pautas, consejos y hasta recetas
que existen es larga y exhaustiva.
Pero hoy os proponemos algo complicado: resumir en sólo cinco, los
consejos para educar a un hijo. Son cinco consejos del Psicólogo Jesús Jarque que nos gustaría que que los leyyerais. No son los únicos, pero por lo menos, éstos
habría que respetarlos siempre.
1. Dar buen ejemplo
Las
personas y los niños aprendemos principalmente por imitación. Los hijos imitan
lo que hacéis, lo que dejáis de hacer, lo que decís y cómo lo decís… Imitan
actos y actitudes.
Vuestros
hijos van aprender de vosotros, pero si vuestros buenos consejos son
incoherentes con vuestros comportamientos, primero se desconcertarán, después aprenderán vuestra conducta
incoherente.
Es
así de crudo: ser padre, ser madre, os
obliga a ser ejemplares.
2. Estar de acuerdo
El
mensaje de papá y mamá no puede ser contradictorio. Si queréis educar a vuestro
hijo, tendréis que estar de acuerdo.
El
acuerdo debe ser en “las
grandes cuestiones”: cómo queréis educarle, en las grandes
decisiones sobre su educación, qué valores queréis inculcarle… Pero el acuerdo
también es para “lo pequeño”:
decidir sobre el día a día, sobre normas y decisiones cotidianas.
Cada
uno tendrá su estilo y su impronta, pero el
mensaje que el niño o la niña reciba de vosotros tiene que ser el mismo.
3. Disponer de normas
Los
niños necesitan unos
límites y unas normas. Si son muy cerradas, se asfixiarán; si
son demasiado abstractas, se sentirán perdidos.
Las
normas son las reglas de juego básicas, los límites dentro de los cuales se pueden mover
con libertad. Las normas se refieren aspectos básicos:
horarios, actividades, relación con las personas, organización familiar,
seguridad personal, cumplimiento de las propias obligaciones, etc.
En
las normas es clave que
sean fácticas, es decir, que se cumplan y se respeten. No vale
que estén formuladas como ideales y que luego no se exijan ni se cumplan.
4. Primero razonar
Somos
seres racionales y eso hay que respetarlo y aprovecharlo. Razonar significa explicar el porqué de las normas,
las consecuencias en uno mismo y en los demás de los propios actos, y hasta
cierto punto, dialogar y negociar.
Con
los niños pequeños el razonar es limitado, pero hay que intentarlo como primera
opción. En los mayores,
es imprescindible.
Como
dicen muchos expertos: con los pequeños razonar menos y actuar más y, con los
mayores, actuar menos y razonar más.
5. Amar
La
relación padre-madre e hijo es una relación fundamentalmente afectiva. Amar
significa abrazar,
besar, cuidar, preocuparse de sus asuntos…
El
amor es exigente,
luego amar también es corregir, ayudar a mejorar y exigir lo mejor de cada uno.
El amor sin exigencia, es pura ñoñería, leí una vez.
Por
último, amar implica dedicar tiempo, la calidad es importante, pero hay un
mínimo de cantidad que es indispensable. Dedicar a los hijos solo el tiempo que
nos sobra un sería para que reflexionáramos
y revisáramos nuestro ranking de preferencias.
Por
supuesto que existen muchas más pautas y estrategias, pero como mínimo ¿Qué os
parecen estas cinco? Os las recuerdo: dar buen ejemplo, estar de acuerdo,
disponer de normas, primero razonar y amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario